El régimen franquista tuvo su origen en una cruenta Guerra Civil que desoló España durante casi tres años, trazando una profunda y dramática fisura entre vencedores y vencidos. En el difícil contexto de la posguerra española, la violencia y el miedo generalizado debieron jugar sin duda un papel fundamental en la institucionalización del Nuevo Estado. No obstante, aquella toma violenta del poder, un movimiento nada excepcional en la historia de la Humanidad, no pudo ser en absoluto suficiente para asegurar el sostenimiento del nuevo orden político. En este sentido, el afianzamiento y la legitimación de la dictadura del General Franco fueron posibles gracias a la articulación de novedosos mecanismos de poder que le concedieron una gran estabilidad y un amplio apoyo social. El análisis de estos mecanismos, y su capacidad para generar determinadas formas de ser y pensar entre los españoles de la época, es sin duda el cometido principal de este libro. “En […] Por la grandeza de la patria, creo que es posible discernir tres planos diferentes, sabiamente entretejidos por el autor: el de la investigación histórica, el de la crítica política y el de la reflexión filosófica. El subtítulo, La biopolítica en la España de Franco (1939-1975) , nos anuncia ya que estamos ante un estudio histórico sobre el régimen político totalitario impuesto en España a sangre y fuego tras la insurrección militar del general Franco contra el gobierno legítimo de la II República y tras su triunfo en la Guerra Civil (1936-1939), conseguido pocos meses antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, gracias al decisivo apoyo militar de la Alemania nazi y la Italia fascista, y gracias también a que Francia, Reino Unido y Estados Unidos negaron su ayuda al gobierno republicano. Este libro se suma, pues, a las muchas investigaciones históricas que en las últimas décadas han tratado de reconstruir el periodo más sombrío de la España del siglo XX. Unas investigaciones tanto más necesarias cuanto la democracia española, a diferencia de otras democracias europeas que también sufrieron los estragos de la guerra y del terror totalitario, todavía no ha sido capaz de romper abiertamente con la herencia del régimen franquista, honrar la memoria de la II República y de quienes la defendieron, y hacer justicia a los cientos de miles de víctimas que sufrieron el exilio, el expolio, la cárcel, el robo de niños, la humillación, la tortura y el asesinato”. Antonio Campillo Meseguer (Prólogo)