En el texto, “Nietzsche la vida como obra de arte”, del Docente e investigador Mario Germán Gil se busca resaltar la vida en sí. Ésta al ser asumida desde una estética de la existencia, vale decir, en su afirmación y no su negación terrenal; hace que en el mundo, y pese a todas sus dificultades, peligros y tensiones la vida se torne apreciable constituyendo finalmente una nueva cultura que permite afirmarla. Aseverar la vida, es por tanto partir de nuestro presente, de nuestra actualidad, lo que en definitiva nos da la posibilidad de constituir una historia viva, es decir, una historia que no condene al hombre al pasado, evitando así quedar preso en sus entrañas o en un dominio metafísico que implicaría su decadencia. Frente a esto, es Nietzsche quien eleva la vida a una experiencia estética, en la que cobra importancia y justificación el sujeto al constituirse en su propio artista, en su escultor, cuya materia prima es él mismo y sus herramientas de trabajo la vida misma. En síntesis volver la vida una estética de la existencia.